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Una torre, una silla y una anciana.
#1
Deifontes (Granada), en la época de bonanza, cuando había recursos para que cada pueblo realizase su torneo.

En uno de los torneos con más ruido que he visto, donde los chicos corrían por la sala como en un campo de fútbol, los acompañantes narraban sus historias a viva voz, cuando el borrachito del pueblo se presenta litrona en mano interrumpiendo las partidas (el hombre quería que alguien le enseñase a jugar a aquello) y un árbitro impasible ante las diversas situaciones, solo quedaba por ver algo irrepetible en un torneo, por las coincidencias que tuvieron que darse para que pasase dicho desenlace y no ocurriese nada.

En una de las ultimas rondas de la mañana, jugador de la costa granadina, llamémosle M..... y su rival, joven jugadora granadina llamémosle V......., disputaban su partida. M..... que llevaba torre de más y su partida a punto de ganarla, muy confiado de esta situación, coloca una de sus torres en una casilla equivocada, justo al lado del rey de su rival sin estar ésta protegida. Visto el movimiento erróneo M...... se levanta enfadado y paga su enfado con una de las sillas situadas al borde del pasillo, dándole una patada a ésta con tal fuerza y acierto que la silla vuela varios metros por el aire literalmente. Por ese recorrido que iba ha hacer la silla se acercaba una abuela un poco encorvada por la edad, impactando la silla contra ella. El jugador M.......... corrió hacia la anciana, le preguntó como estaba y le pidió multitud de veces perdón.

Todo quedo en un susto y anécdota.

Aunque M......... había regalado una torre, aun ganaba muy fácilmente su partida, pero este la dio por perdida, no llegando ni ha sentarse de nuevo ante su rival.
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